Valencia, 2 de noviembre de 2005
La UGT-PV subraya que la destrucción de más de 23.000 empleos en el sector industrial en el último trimestre pone en solfa la interpretación eufórica del Gobierno Valenciano
La UGT-PV subraya que la destrucción de 23.400 empleos en el sector industrial de la Comunidad Valenciana, que señala la Encuesta de Población activa del tercer trimestre de 2005, evidencia la crisis estructural que sacude desde hace varios años el tejido industrial valenciano, sin que hasta el momento el Gobierno Valenciano haya llevado a cabo medidas eficaces.
Geográficamente, la provincia de Alicante es la más afectada en términos relativos, ya que se destruye un 7,1% de la ocupación industrial, lo que supone 10.600 ocupados menos, mientras que en Valencia se han destruido, 14.400 empleos, lo que supone un descenso del 6,5% en la ocupación industrial, por otra parte, Castellón aumenta en 1.100 empleos, un escaso 2,4% en términos relativos.
Frente a la euforia del Gobierno Valenciano, estos datos confirman la apreciación de la UGT-PV de que todo el crecimiento en la ocupación estimada por la EPA en este tercer trimestre se concentra únicamente en el sector servicios con un aumento del 4,3% y en el sector construcción con un incremento del 4,8%, sectores que generan básicamente empleo de baja calidad, lo que se refleja claramente en la negativa evolución de la tasa de temporalidad que aumenta hasta alcanzar la intolerable tasa del 38%, mientras que la media española se sitúa ligeramente por encima del 34%.
Por todo ello, la UGT-PV reclama a la Administración Valenciana que ponga en marcha, de una vez, una política industrial fuerte en todo el territorio de la Comunidad Valenciana que genere la creación de empleo estable y con derechos, y que facilite la formación de los trabajadores y trabajadoras valencianas en factores de competitividad de futuro como la I+D, el diseño, la calidad. Puesto que la creación de empleo precario, fácilmente destruible e inseguro, conduce, junto a la escasa inversión en factores intangibles, al descenso de la productividad global de la economía valenciana, con los riesgos inherentes en una economía globalizada, tal y como se está observando en sectores de gran peso en nuestra estructura productiva, como el textil o el calzado.