Este 23 de marzo salimos de nuevo a la calle, para exigir a la UE que permita a los estados limitar los precios de la energía, el combustible y la alimentación, y los beneficios indecentes de las empresas.
Desde UGT vivimos con profunda preocupación la escalada desbocada de los precios que desde hace meses sufrimos en nuestro país. El pasado mes de febrero la inflación alcanzó una nueva cifra histórica situándose en el 7,6%, su nivel más alto desde 1986. La tensión de los precios de la electricidad, gas, los carburantes y otras materias primas se está trasladando al precio del resto de bienes y servicios que ya suben de forma generalizada. Las perspectivas no son buenas. Toca actuar con celeridad para contener los precios, proteger el empleo, y frenar el deterioro de nuestras condiciones de vida.
En la misma el secretario general de UGT PV, Ismael Sáez, expresó que " Salimos a la calle con la demanda de muy concreta de conseguir abaratar los precios de la energía, porque de ello dependen la actividad económica, el empleo y el bienestar de los ciudadanos de España y del conjunto de la Unión Europea" Así Sáez ha expresado que "Las energéticas están obteniendo beneficios extraordinarios porque el precio de la energía está fijado por el precio del gas y estos beneficios extraordinarios deben ser reequilibrado en ayudas a las empresas que están teniendo más dificultades, porque en esta crisis hay que repartir las cargas. Los ciudadanos tienen que ser conscientes de que estamos en una situación de guerra y qué frente a la misma hay consecuencias fruto del bloqueo económico a Rusia, las cuales hemos de tratar de minimizar en la medida de lo posible; y para conseguirlo tenemos que estar unidos dentro del ámbito de la Unión Europea para que ninguna empresa tenga que cerrar por ello y no perdamos empleo."
La jornada de movilización, que combinó concentraciones en los centros de trabajo con movilizaciones en Alicante, Elche, Castellón y Valencia, contó con el apoyo junto a UGT-PV de Uatae, UPTA, Facua y CEAV y CCOO PV.