20 de octubre de 2006
La Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA-PV) demanda a la Generalitat Valenciana la elaboración de forma urgente, junto a las organizaciones agrarias y el sector industrial, de un Plan Autonómico de Bioenergía.
Con el fin de que la Comunidad no se quede a la cola en la producción de este nuevo tipo de energía y aproveche todo su potencial para transformar biomasa y cultivos en combustibles ecológicos, de forma que los agricultores valencianos puedan resultar beneficiados y comenzar a superar la crisis de rentabilidad que padecemos desde hace varios años.
En este sentido, la pretensión de la UPA-PV, que será presentada formalmente la próxima semana a la conselleria de agricultura por su secretario general, Rafael Cervera, es que dicho Plan recoja la obligación de que, al menos una parte a la biomasa que utilice la industria transformadora proceda de los campos valencianos, biomasa que puede partir de entre otros productos, de la uva de peor calidad, de la soja o de la broza resultante de la limpieza de los montes valencianos.
Por que lo cierto es que, fuera de algunos gestos, como el compromiso de la administración autonómica para renovar, entre 2007 y 2010, el centenar de unidades de la flota del parque móvil del Consell con vehículos que utilicen biocombustible, la imagen del presidente de la Generalitat dentro de un vehículo, preparado para transitar con Bioetanol, o la fiscalidad cero para este tipo de combustibles, no parece que la administración autonómica se esté planteando los beneficios que para la agricultura valenciana puede tener la producción de este tipo de energía. Mientras, ya se ha formalizado la creación de una Mesa compuesta por organizaciones agrarias, el ministerio de agricultura y las industrias transformadoras y diversas autonomías tienen previsto ejecutar planes sobre este tema.
Para la UPA-PV, la elaboración y puesta en marcha de este Plan debe convertirse, además, en una fuente de creación de empleo y actividad económica, no sólo con la generación de biocombustibles, sino también en la industria auxiliar y en los servicios como la distribución.
Además, hemos de tener en cuenta que la apuesta por el desarrollo de los biocarburantes como combustibles alternativos a los derivados del petróleo, no sólo aliviará la dependencia exterior del petróleo, sino que permite reducir de manera significativa la emisión de gases contaminantes a la atmósfera.