Una de las principales cuestiones debatidas en la constitución de la CSI es la necesidad de hacer frente a la globalización neoliberal, que provoca más desigualdades, desregulaciones y discriminaciones, por lo que la CSI trabajará por un nuevo modelo de globalización basado en la solidaridad.
En este sentido, la nueva Confederación propondrá la modificación de la orientación de los organismos financieros internacionales: el Fondo Monetario Internacional (FMI), el Banco Mundial (BM) y la Organización Mundial de Comercio (OMC) y reconocer la primacía de los derechos humanos sobre las regulaciones financieras, comerciales o económicas. Asimismo la CSI defenderá el programa del trabajo decente de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y el cumplimiento de los Objetivos del Milenio para combatir la pobreza y reafirmará el compromiso del movimiento sindical internacional con la paz, la seguridad y las Naciones Unidas.
Una delegación de UGT, encabezada por su Secretario General, Cándido Méndez, asistirá al Congreso constituyente de la CSI que surge de la fusión de la CIOSL, creada en Bruselas en 1949 y de la que UGT es organización fundadora, y de la CMT, creada en La Haya, y que adoptó su nombre actual en 1956. Para la UGT, la acción sindical internacional debe formar parte de la agenda de trabajo cotidiano de todas las organizaciones sindicales nacionales, que deben actuar sin fisuras ante objetivos comunes.