UGT defiende la unión en la UE para llegar a un salario común

La necesidad de seguir avanzando hacia un estatuto de los trabajadores en la Unión Europea (UE) quedó este martes patente en la jornada de análisis de la dimensión europea de las relaciones laborales organizada en el hotel Intur de Castellón por Mediterráneo y UGT-PV, con la colaboración de la Generalitat Valenciana, Europe Direct y Fundación Pascual Tomás.

El foro arrancó con la bienvenida por parte del director del periódico, Ángel Báez, y tras la ponencia a cargo de Mario Esteban, coordinador de la oficina parlamentaria europea de la Secretaría de Políticas Europeas de UGT, se llevó a cabo una mesa redonda moderada por el propio Báez, con la participación de la senadora Rocío Briones; el secretario general de la CISL Emilia-Romagna, Filippo Pieri, y el secretario general de UGT-PV, Ismael Sáez.

Todos ellos coincidieron en la importancia de que la UE, «en colaboración con los sindicatos, empresarios y políticos ha de alcanzar un estatuto de los trabajadores europeos que contemple aspectos como la libertad de sindicalización, la negociación colectiva o la no discriminación por razones como el género, sobre todo para paliar la situación de países en los que no cuentan con convenios colectivos ni con una protección mínima como la que marca el estatuto del trabajador nacional», tal como recordó el secretario general de UGT-PV en Castellón, Paco Sacacia, en la clausura.

Uno de los aspectos claves que abordaron fue el del Salario Mínimo Europeo, que para Sacacia «es una utopía debido a las grandes diferencias en salarios en los diversos países», por lo que instaron a seguir el ejemplo de España, con la meta fijada en un 60% del salario medio interprofesional.

La senadora Rocío Briones recordó que esta ha sido precisamente una de las «fuertes apuestas del Gobierno de España» y que «el aumento del SM ha de estar en la agenda pública, al igual que la reducción de la jornada laboral, dos cuestiones claves en las que hay que ir avanzando con una política laboral común europea».

No obstante, y en pleno anuncio de que el acuerdo entre PSOE y Sumar para la investidura incluye la reducción de la semana laboral, el secretario general de UGT-PV, Ismael Sáez, manifestó al respecto que «el reparto del trabajo es algo que hay que plantear, dado que con la implantación de la Inteligencia Artificial se va a destruir empleo, pero en el ámbito local, e incluso nacional, considero que aquí tenemos un modelo presencial y la reducción de la jornada laboral supondría una pérdida de productividad, salvo que se acometan inversiones que hagan factible producir más con menos horas de trabajo. Hay que plantear el debate sobre la reducción de jornada de una manera sincera, buscando cómo lograrla sin perder competitividad», afirmó.

Bajada de impuestos

Sí hubo unanimidad en criticar las políticas de bajadas de impuestos. Briones señaló que «la UE negocia reformular las normas fiscales, pero la solución no es volver a la austeridad, sino poner a las personas en el centro, mantener empleos dignos y evitar el dumping fiscal».

Ante el anuncio del PP de unos presupuestos «duros» en la Comunitat para 2024, la senadora recordó que «hemos visto cómo algunas comunidades compiten entre sí a la hora de bajar impuestos, y hay que tener claro que si reduces impuestos, el estado del bienestar se acaba resintiendo».

Al respecto, Sáez instó al gobierno valenciano «a ser consecuente, ya que dicen que con la bajada de impuestos habrá mayores inversiones, lo que supondría por tanto unos mayores ingresos».

Recordó además que «en los últimos 40 años las clases medias de Europa y Estados Unidos han visto mermados sus derechos por el neoliberalismo y la globalización». Por ello consideró que «el marco de la UE es el más conveniente para tratar de resolver esa desigualdad de salarios que dificulta competir con terceros países sin menoscabar los derechos de los trabajadores europeos».

Elecciones europeas

Todos los ponentes coincidieron en la importancia de las elecciones europeas de 2024. «Hay que movilizar a la clase trabajadora para que los gobiernos progresistas tengan la representación necesaria para seguir avanzando en los derechos de los trabajadores», señaló Mario Esteban, mientras que Filippo Pieri recordó que «las decisiones que se toman en Bruselas tienen gran influencia en nuestros países». Briones, a su vez, las calificó de «fundamentales ante la amenaza de retroceder a debates que ya creíamos superados».

Las desigualdades entre países dificultan los avances

La ponencia inaugural de la jornada corrió a cargo de Mario Esteban, coordinador de la oficina parlamentaria europea de la Secretaría de Políticas Europeas de UGT y de la oficina parlamentaria del Congreso y Senado, de la Secretaría de Política Institucional y Políticas Territoriales del sindicato, quien repasó las desigualdades entre los estados miembros de la UE.

Su intervención empezó recordando los hitos sociolaborales en la reciente historia europea, como la proclamación en 2017 del pilar europeo de los derechos sociales, reafirmando el compromiso de garantizar mejores condiciones de vida y de trabajo. El plan de acción correspondiente de 2021 estableció iniciativas concretas para dicho compromiso. Además, en 2019 se creó la Autoridad Laboral Europea y aprobaron directivas sobre conciliación. Ya en 2022 la directiva del SM fijó requisitos para garantizar que los salarios mínimos previstos en la legislación nacional o en los convenios colectivos sean suficientes, y se realizó una recomendación sobre la renta mínima para luchar contra la exclusión social.

Esteban hizo hincapié en que «si bien todos estos acuerdos han ido en la línea de homogeneizar a los distintos países de la UE en torno a unos parámetros comunes, sigue habiendo grandes diferencias que dificultan la posibilidad de llegar a acuerdos y ponen en peligro las grandes conquistas nacionales».

Entre estas desigualdades destacan las referentes al SM, que oscila entre los 399 euros mensuales de Bulgaria y los 2.508 de Luxemburgo. Además, cinco estados miembros no cuentan en la actualidad con SM: Dinamarca, Austria, Italia, Finlandia y Suecia.

También hay grandes diferencias en cuanto a la jornada laboral. La media en Europa es de 37,5 horas a la semana, si bien contrasta la situación en los Países Bajos (33,2) o Alemania (35,3), con la de Polonia (40,4) o Grecia (41). Igualmente la productividad oscila entre el 54,5% de Bulgaria y el 224,4% de Irlanda, con España en la media europea con 95,1%.

Por todo ello Mario Esteban destacó que UGT ha «acogido con satisfacción el llamamiento de la UE a la celebración de una cumbre de interlocutores sociales» el próximo año. Al tiempo, consideran que la actual presidencia española de la UE «es una gran oportunidad para exportar el diálogo social español y seguir consolidando derechos».

Así, ante «las amenazas y los ataques a este modelo que se vienen produciendo, Europa es vital como barrera de contención, y hay que hacer ver que con el diálogo social también se reduce la conflictividad laboral».

Doble transición

Esteban, al tiempo que recordó que «la acción sindical está detrás de muchas de las políticas públicas sobre las que se asienta nuestro actual estado del bienestar», aludió entre los retos futuros a «la doble transición que no solo requiere apostar por lo verde, sino buscar el equilibrio para que no pague el trabajador la transformación digital y verde».

En este vídeo puedes seguir la jornada completa: