Valencia, 21 de noviembre de 2005
ANTE LA APERTURA DE LA DISCUSIÓN EN UNA COMISIÓN DEL PARLAMENTO EUROPEO DE LA DIRECTIVA QUE REGULA LOS SERVICIOS EN EL MERCADO INTERIOR, QUE CON PROBABILIDAD SERÁ SOMETIDA A DEBATE Y VOTACIÓN EN EL PLENARIO DE DICIEMBRE O ENERO
La UGT-PV solicita a los europarlamentarios valencianos que se opongan a la llamada directiva Bolkestein, relativa a los servicios en el mercado interior, dado que esta directiva puede socavar sistemáticamente las leyes laborales españolas al aplicar el principio de país de origen en aspectos referidos a los retribuciones, a los requisitos relativos a las cualificaciones y a los estándares de protección del medio ambiente o del consumidor.
En consecuencia, con esta propuesta de directiva no se podrá poner a las empresas comunitarias que actúen o presten sus servicios en otro país ninguna restricción o control, por lo que la UGT-PV considera que puede producirse una nueva desregulación laboral con el consiguiente dumping social.
Tanto es así que esta directiva permitirá a las empresas sortear fácilmente, reinstalando su oficina registradao instalando una oficina fantasma en otro país miembro, los convenios colectivos firmados en la Comunidad Valenciana con lo que puede producir una desregulación total que afecte a la calidad de los servicios, a los salarios, a la Seguridad Social, a los sistemas de atención sanitaria, a recortes a la protección social y a los estándares de calidad. En consecuencia, producirá una desvertebración y un desmantelamiento del mercado laboral.
Con esta directiva, una empresa comunitaria instalada en España con trabajadores de su país, impondrá los salarios y las condiciones laborales del país de origen, ya que esos trabajadores quedarán regulados por aquella legislación.
Dadas las circunstancias especiales de precariedad, instaladas en el mercado laboral de la Comunidad Valenciana, un aspecto íntimamente relacionado con las altas tasas de siniestralidad y esta posible nueva desvertebración, la UGT-PV demanda a los europarlamentarios valencianos que frenen con su voto esta directiva, que no puede definirse de otra forma como antisocial.