22 de noviembre de 2006
La Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA-PV) denuncia que la superficie cultivada en la Comunidad Valenciana ha descendido un 9’5% en tan sólo cuatro años. Según los datos del Instituto Valenciano de Estadística, la superficie cultivada en 2001 era de 660.817 hectáreas mientras que en 2005 se sitúa en 598.500 hectáreas, lo que supone una disminución en más de 62.000 h.
Si tenemos en cuenta que Valencia-ciudad tiene una extensión de 13.465 hectáreas, la disminución de suelo cultivado en la Comunidad en los últimos cuatro años supone más de 4 veces la extensión de la ciudad de Valencia. Desde UPA-PV consideramos que esta reducción es preocupante y que pone en serio peligro la agricultura y el futuro de los agricultores de nuestra Comunidad. De hecho, de continuar en esta tendencia, en pocos años podríamos hablar de una agricultura valenciana residual, casi inexistente, con los efectos negativos que ello conllevaría para la conservación del medio rural, la economía de este territorio y la propia sociedad.
Por provincias, Alicante es la que más pérdidas sufre, con 30.000 hectáreas, la mitad de la disminución total en la Comunidad. En la provincia, el porcentaje de descenso de superficie llega hasta el 16’7%. Las provincias de Castellón y Valencia, por este orden, se reparte el resto.
UPA-PV advierte que este descenso de superficie cultivada no pasará sin consecuencias para los productores y para la producción. De hecho, los datos de la misma estadística revelan que la producción agraria en la Comunidad, en ese mismo periodo (2001-2005), ha disminuido en 800.000 toneladas: un 13’6%, fundamentalmente en cultivos herbáceos. Para UPA-PV, estas cifras constatan la necesidad de medidas que frenen esta tendencia negativa en el campo valenciano y que den tranquilidad a los agricultores.