Valencia, 8 de noviembre de 2005

El pasado viernes se produjo una reunión entre el Subsecretario y el Secretario General del Ministerio de Agricultura, además del Secretario General de Hacienda, con las cúpulas de las organizaciones agrarias UPA, Coag y Asaja para acercar posturas ante la problemática del incremento de los precios de los insumos (gasóleo, fertilizantes, etc.) que afectan directamente a las explotaciones agrarias.

La UPA considera que el documento presentado en dicha reunión no sirve ni para empezar, ya que las únicas aportaciones que se concretaron fueron ayudas fiscales, sin incluir ayudas directas, por ello, valoramos que no corresponde ni lo más mínimo a nuestras peticiones, ni a nuestros objetivos.

Por todo ello, ante esta posición intransigente e inadecuada de la Administración, ayer día 7 de noviembre, se reunieron las organizaciones agrarias citadas, decidiendo como fecha definitiva para iniciar movilizaciones el próximo día 28 de noviembre, en caso de que el Ministerio no modifique sus posiciones, lo que nos obligaría a defender los intereses de los agricultores y ganaderos en la calle, ya que en los últimos meses han visto peligrar sus explotaciones por el aumento desmesurado del gasóleo y los fertilizantes.

UPA considera que esta problemática no es un hecho coyuntural, sino que se trata de una situación estructural, ya que es previsible que los carburantes sigan al alza, por lo que es necesario buscar una solución que de forma, más o menos automática, reaccione ante cualquier incremento de los carburantes.

A la hora de plantear medidas compensatorias hacia el sector agrario, por parte de las diferentes Administraciones, es necesario mantener unido el tema del incremento de los precios del gasóleo y de los fertilizantes. Pues aunque mediáticamente tiene más eco el primer incremento, se puede demostrar que para las explotaciones agrarias, en general, tiene aún más importancia el segundo.

Por ello, la posición de UPA se centra en dos vías, por una parte aumentar el IVA de compensación de productos, con el compromiso de que si el precio de los carburantes descendiera, se retire esta compensación, y, por otra, tomar medidas fiscales para desgravar en facturación los incrementos de otros insumos.

Consideramos que debe aprovecharse esta situación para obligar a las distintas administraciones para analizar y solucionar la grave crisis de la agricultura manifiesta, además de los aspectos citados, en los precios y en la comercialización.