2 de marzo de 2006

MCA-UGT PV pide mayor implicación del Gobierno Valenciano en el sector del mueble La situación del mueble valenciano continúa con su tendencia a la baja. Las exportaciones de este sector, tradicionalmente orientado a las ventas externas, acumularon durante el 2005 unas pérdidas del 4.4%. Una tendencia que viene repitiéndose desde los cincos últimos años, ya que este sector ha experimentado un retroceso progresivo en su ventas y por lo tanto en sus niveles de competitividad y producción. Si a estos datos, se le suma el hecho de que las importaciones de mueble han crecido durante el último ejercicio un 14.7%, la situación del sector continúa siendo crítica.

MCA-UGT PV considera que la recuperación de la industria de la madera que emplea a 45.000 trabajadores en la Comunidad Valenciana repartidos en 5.539 empresas pasa por un mayor nivel de inversiones y modernización, así como una mayor política de marca y diseño.

La raíz de esta problemática no sólo hay que buscarla en fenómenos externos (nuevos competidores con precios más competitivos, el endeudamiento familiar y el encarecimiento de la vivienda que ha provocado una reducción del presupuesto dedicado a mobiliario...) sino que hasta el momento las empresas valencianas, muy diversificadas y con un bajo nivel de inversiones y modernización, no están sabiendo adaptarse a la nueva situación coyuntural.

Se trata, en su mayoría, de pequeñas empresas con escaso nivel de competitividad y con dificultades para acometer las mejoras tecnológicas necesarias. Por esa razón, desde MCA-UGT PV consideramos que el Gobierno de Camps continúa sin implicarse a fondo en la situación de la industria valenciana en general y, en concreto de este sector, que sigue sin recibir las ayudas que, en su día, prometiera Justo Nieto y su plan de competitividad.

MCA-UGT PV lamenta por tanto el hecho de que estos planes de competitividad sigan sin aplicarse con carácter de urgencia y hayan sido presentados sin tener fondos para ser financiados. Asimismo, esta Federación lamenta, que el Gobierno de la Generalitat Valenciana siga desatendiendo la industria tradicional valenciana, sobre la que se sustenta buena parte de la economía de la Comunidad Valenciana.