1 de junio de 2006
Ampliar la jornada máxima permitida atenta contra la salud de los trabajadores y la conciliación de la vida personal, familiar y laboral. Los objetivos fundamentales de la Directiva de Tiempos de Trabajo debe ser la mejora de la seguridad y la salud de los trabajadores y facilitar la conciliación de la vida personal, familiar y laboral.
Por eso, UGT en línea con la Confederación Europea de Sindicatos (CES), se opone al “opting out”, una medida que pretende la ampliación de la jornada de trabajo máxima permitida de 48 horas semanales y que se está debatiendo hoy en el Consejo de Ministros Europeo de Empleo y Asuntos Sociales.
Esta medida permite que “por acuerdo” individual entre empresario y trabajador éstos últimos trabajen más horas de las establecidas en la normativa. Las propuestas concretas de UGT de acuerdo con la CES son: la supresión de la excepción del “opting-out” individual; la búsqueda de soluciones equilibradas y proporcionadas en el ámbito sanitario para los periodos de guardia, que sean coherentes con la legislación comunitaria y nacional; y el establecimiento de medidas que permitan conciliar la vida profesional y personal, y proteger la salud y la seguridad de los trabajadores. Además, el sindicato se opone a la autorización de periodos de referencia más largos para calcular la semana media de trabajo de 48 horas.
En caso de hacerse sería sólo a través de la negociación colectiva, o con protección jurídica complementaria que garantice una consulta apropiada a los trabajadores y a sus representantes, y una protección adecuada de su salud y seguridad.
El Sindicato manifestó esta postura en la reunión que mantuvieron el pasado lunes los interlocutores sociales con el ministro de Trabajo y Asuntos Sociales, Jesús Caldera, quien se comprometió a oponerse a los que pretenden imponer el opting out.
En este sentido, UGT confía en que el Parlamento Europeo no asuma los planteamientos de gobiernos que defienden esta medida (Reino Unido, Alemania y Austria, entre otros) porque eso sería ir contra el progreso social y apostar por el retroceso. Se felicita, también, por el cambio de postura de Italia cuyo nuevo Gobierno se ha unido al bloque de países que, como España (donde la jornada máxima legal es de 40 horas semanales), rechazan la ampliación de la semana laboral más allá de las 48 horas.
Además, la revisión de la Directiva sobre tiempos de trabajo debe ser compatible con los Tratados europeos y la Carta de Derechos Fundamentales que garantizan a todo trabajador en la Unión Europea el derecho a limitar sus horarios de trabajo, ya que la reducción y reordenación del tiempo de trabajo es un mecanismo para crear empleo.