Un año más, conmemorando este 26 de abril, Día de la Visibilidad Lésbica, las mujeres lesbianas animamos a quienes aún no lo han hecho a vivir una vida plena, libre y honesta para con ellas mismas, su entorno y la sociedad. Porque la vida está fuera del armario.
En este día dejamos a un lado nuestros miedos y nos mostramos como lo que somos, mujeres libres y felices, mujeres de pleno derecho.
No dejaremos de mencionar la lesbofobia en el ámbito laboral, no queremos tener que elegir entre nuestros trabajos o nuestra visibilidad.
Seguimos cobrando un 30% menos en puestos de igual responsabilidad, nuestras tasas de paro son mayores, así como la precariedad laboral, la pobreza sigue teniendo nombre de mujer.
Siendo visibles podemos exigir a las instituciones un compromiso público y firme de apoyo a la visibilidad lésbica, adoptando las medidas necesarias que nos dejen desarrollarnos plenamente en el entorno familiar, laboral, sanitario, educativo y social, de una manera real.
Por ello, exigimos a las instituciones que pongan fin a la discriminación en el acceso a los tratamientos de reproducción asistida. La maternidad de las mujeres, de todas las mujeres, independientemente de la orientación sexual, es un derecho amparado por la ley, y no puede ser socavado por el hecho de no tener pareja o que nuestra pareja no sea un hombre.
Asimismo, animamos a las mujeres lesbianas a que tomen la palabra y alcen la voz en los espacios públicos y privados, a que ocupen puestos de responsabilidad, a que se conviertan en protagonistas de su propia vida e historia, a que se visibilicen y empoderen. Somos mujeres que decidimos sobre nuestras vidas, nuestros amores, nuestros cuerpos, nuestro deseo y placer. Y así se lo mostramos al mundo.
Somos mujeres, lesbianas, sindicalistas, activistas y feministas y como tal, luchamos cada día por conseguir erradicar los machismos y micromachismos existentes en la sociedad de la que formamos parte.
Rechazamos y denunciamos la ideología del odio sembrada por el gobierno y la jerarquía católica hacia nuestras familias, nuestras relaciones, la sexualidad y la diversidad.
Hoy es nuestro día, y una vez más celebramos nuestra lucha diaria por la visibilidad de nuestra realidad. Somos mujeres diversas, mujeres que sabemos que el mejor valor de la sociedad radica en su diversidad, mujeres que sabemos que la democracia sin nosotras, no es democracia. Y así, hoy como cada día damos un portazo a los armarios, por nosotras y nuestra felicidad, por la libertad de las generaciones futuras, por la dignidad de quienes lucharon por la visibilidad, cuando realmente todo, lo tenían en contra.
Nuestra visibilidad es la base de nuestra felicidad, de nuestro ORGULLO, el orgullo de ser lesbianas.