2006... ¿cuántos muertos?. Carlos Calero Jaén
28 de abril de 2006
Los trabajadores y trabajadoras somos conscientes de que en el puesto de trabajo se puede perder la salud si éste se desarrolla en unas condiciones que puedan causar daño a nuestra integridad. Desgraciadamente en la Comunidad Valenciana, durante el año 2005, el total de accidentes con baja en jornada de trabajo aumentó en 240 casos y el total de accidentes mortales en jornada de trabajo fue de 101, aumentando en 26 casos en relación al mismo periodo del año anterior. En itinere se produjeron 9.921 accidentes, de ellos 246 graves y 28 mortales. Y en lo que va de año debemos soportar ya más de 30 muertos y 30 heridos graves.
Estas cifras cantan por sí solas, son lo suficientemente elocuentes para que en ningún informe de la Administración autonómica se puedan admitir que se pongan etiquetas simplificadoras, al estilo de “buena o mala evolución, o de buena evolución en el total y graves y mala en los mortales”, ya que estos datos significan importantes pérdidas humanas, no sólo por su valor cuantitativo y numérico, sino porque cada caso individual de accidente laboral mortal se trata de un trabajador o trabajadora, en su mayoría jóvenes, que ha perdido su vida, que ha roto familias, por el tozudo hecho de que algún empresario no haya cumplido la normativa laboral en materia de seguridad en el trabajo y de que los gobernantes no hayan controlado el cumplimiento.
Y además de este intolerable daño para las victimas y sus familias, los datos estadísticos de 2005 arrojan 101 muertos, más de 900 accidentes graves, más de 97.000 leves que si se computan, producen miles de jornadas al año perdidas por accidentes laborales por distintas causas y que comportan millones anuales de euros entre costes directos e indirectos.
Hay una constatación que es necesario reseñar: se ha observado que la precariedad laboral es elemento íntimamente unido a la siniestralidad. Hay un factor que aparece reiteradamente al lado de los datos de accidentes, en todas las situaciones de riesgo, y no es otro que la temporalidad, se puede admitir que hay una relación inversamente proporcional entre antigüedad y accidentes. Por otra parte, hay que resaltar que el uso reiterado y abusivo de las rotaciones en los contratos implica una baja adquisición de experiencia y una inadecuada formación en las medidas de seguridad.
Una sociedad moderna, que se considera avanzada e incluida en el marco europeo, no puede soportar esta lacra, que es fruto de una falta de una verdadera cultura de la prevención, en una nación con leyes en esta materia, pero que no se cumplen adecuadamente.
Con el eslogan Trabajo sano y seguro, es tu derecho, pretendíamos el año pasado colocar en el primer plano de la opinión pública la lacra personal, social y económica de la siniestralidad laboral, una situación insoportable para la sociedad e insufrible por más tiempo para los trabajadores y trabajadoras. Un año más, sin una reducción importante de los accidentes de trabajo y con un aumento especialmente significativo de los mortales (+34,7%), obliga a una denuncia más dura, más enérgica y más fuerte para implicar a los gobiernos, especialmente al de la Comunidad, a través de planes de acción, a partir de un enfoque global e integrado de políticas de políticas de seguridad y salud en el trabajo.
La UGT-PV dedica una buena parte de los esfuerzos de su acción sindical a combatir la siniestralidad laboral y, lógicamente, también a contribuir a su prevención. Por ello, consideramos que todas las acciones y movilizaciones deben exigir el cumplimiento por parte de los empresarios de las normas preventivas incluidas en la Ley de Prevención de Riesgos Laborales, conscientes de que el trabajo no es solamente una mercancía y que las empresas deben esforzarse en las medidas de protección y seguridad, además de las funciones de formación para todos los trabajadores, y especialmente para aquéllos que puedan desempeñar trabajos peligrosos. Además, la UGT-PV insistirá, tal y como ha venido haciendo, en la indiscutible responsabilidad de los distintos Gobiernos, que deben velar por el cumplimiento de la Ley en esta materia.
El 28 de abril se conmemora como acto reivindicativo en defensa de unas condiciones dignas de trabajo y su repercusión en la Seguridad y Salud en el Trabajo. Para UGT-PV, esta fecha debe significar la plasmación de la reivindicación constante de los agentes sociales y un adecuado medio para sensibilizar a la sociedad, a los gobiernos y a los empresarios en esta cultura preventiva en el ámbito laboral.
Firmado: Carlos Calero Jaén,
secretario de acción sindical y salud laboral de la UGT-PV